17 de octubre de 2012

Felix Baumgartner, una historia de superación y éxito

Me gusta Felix Baumgartner

Me gusta ese punto de locura que ayuda a avanzar a la humanidad.

La alegría del éxito
 Me gusta su afán de superación, su perseverancia, su alegría, su capacidad de trabajar solo  y de trabajar en equipo, su capacidad de sacrificio, su claridad de objetivos, su valentía de aceptar nuevos retos, su autodisciplina, su capacidad de sobreponerse en un entorno hostil y amenazador, su forma de celebrar los éxitos, de involucrar a la familia y amigos en su proyecto, de no conformarse y seguir avanzando, me gusta cómo disfruta con su trabajo.  Me gusta que haya enfocado su vida profesional hacia su gran pasión, las alturas.  Personas como Felix son las que hacen avanzar la ciencia, la tecnología y los conocimientos en general que a su vez hacen avanzar a la humanidad.  Y me gusta sobre todo su gran capacidad de entusiasmar, hasta el punto de conseguir que se monte un megaproyecto para apoyarle en su gran ilusión.

Me gusta la postura de Red Bull,  patrocinador en este proyecto. Considero muy aceptable que haga una gran campaña de publicidad a cambio de patrocinar un proyecto largo, caro y ambicioso que ayuda a avanzar nuestros conocimientos. Me gusta el dinero bien invertido.  Me gusta que no haya utilizado animales en el proyecto.  Me gusta que las compañías poderosas hagan marketing con causa. (Otro aspecto, que no trataré aquí, es la bondad de los productos que lanzan al mercado).

Me gusta el proyecto Stratos.

Me gusta el trabajo interdisciplinar.  Me gusta el trabajo en equipo de médicos, ingenieros, físicos, matemáticos, pilotos, etc., etc.  Nuestra cultura avanzará con visiones interdisciplinares o no avanzará.

Me gusta la colaboración inter-equipos.  A vuela pluma se me ocurren equipos para el entrenamiento, para la fabricación del traje, para la fabricación de la cápsula, para la fabricación del globo, equipos en la sala de control, en los helicópteros, en la agencia de fotografía y publicidad...  Muchas personas centradas en su trabajo y poniendo a la vez su interés y sus medios en el trabajo de sus compañeros próximos y otros más lejanos  a su actividad profesional pero igualmente corresponsables del éxito del conjunto.  Ésta es la fórmula para el éxito en el siglo XXI.


 Y finalmente me ha gustado la frase de Felix al pisar tierra: "A veces tenemos que llegar muy alto para ver lo pequeños que somos". 

Es una reflexión que puede aplicarse al espacio, obviamente, pero también a la grandeza de espíritu, la humildad, la bonhomía... y a todas las cualidades que adornan a un buen líder.




2 comentarios:

  1. Anónimo29/5/13

    Me encantó tu post. Me parece genial todas las cosas positivas que destacas de la hazaña, la frescura de la redacción y también la palabra 'bonhomía' :)
    Alicia Linares

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  2. Muchas gracias, Alicia :-)

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